El genu recurvatum o rodilla genu recurvatum es una de las deformaciones de las piernas menos comunes que existen. Porcentualmente se estima que 1 de cada 100.000 nacidos vivos padece de genu recurvatum.

Clínicamente también se le conoce como luxación congénita de rótula, dislocación congénita de la rodilla o hiperextensión congénita de rodilla. La afección es visible porque las pierna forman un arco cóncavo donde la rodilla se va hacia atrás.

En la literatura científica no hay consenso absoluto sobre el tratamiento del genu recurvatum. Sin embargo se han aplicado distintos tratamientos en casos moderados o graves con resultados diversos, pero que en general apuntan a mejorar la condición de las personas que padecen la afección.

Revisemos más de cerca el genu recurvatum, sus características, síntomas y posibles tratamientos.

¿Qué es el genu recurvatum?

Revisemos las características clínicas del genu recurvatum. Está definido como un procesos de hiperextensión de la rodilla en un ángulo más allá delos 180º, que en la mayoría de los casos es bilateral, sin síntomas y con un origen constitucional.

Las rodillas genu recurvatum presentan al menos tres tipos de morfologías asociadas:

  1. La hiperextensión: posición de la articulación de la rodilla que sobrepasa el grado normal de referencia anatómica y de su propio movimiento.
  2. Subluxación anterior de la tibia: es el desplazamiento de la articulación entre la tibia y el fémur a causa de un estiramiento anormal de los tejidos blandos.
  3. Luxación anterior de la rodilla: es la dislocación de la articulación entre la rodilla y la tibia.

Ahora, para saber cómo enderezar las piernas cuando sufren de  dislocación congénita de la rodilla se debe tener un buen diagnóstico, en especial del origen: si es congénito o adquirido; así como el estado de avance de la enfermedad. Para esto último es útil la realización de radiografía en la zona afectada y observar de manera detallada los daños reales más allá de la deformación visible.

 

Genu recurvatum niños

Cuando aparece el genu recurvatum bebé o niños en desarrollo se debe hacer una evaluación completa para saber si estamos ante una afección real o malformación verdadera.

Es posible que en edad infantil al realizar una extensión de la pierna, esta se estire hacia adelante de la rodilla más allá de lo normal. Estas rodillas genu recurvatum se pueden producir en la infancia debido al grado de elasticidad en los tejidos y articulaciones, y son más frecuentes en las niñas. Este tipo de genu recurvatum no representa siempre un tipo de malformación y se corrige con el tiempo.

Cuando estamos ante una deformidad real, las consecuencias pueden evitarse con tratamiento a tiempo, bien sea quirúrgico o no quirúrgico (terapias ortopédicas, fisioterapia, etc.).

En cualquier caso se requiere la correcta evaluación, control y seguimiento de manos del personal médico especializado en el área.

 

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Síntomas genu recurvatum

En la mayoría de los casos,  el genu recurvatum se presenta de manera asintomática, especialmente cuando se trata del tipo congénito, donde el desarrollo anómalo de las piernas aparece desde el nacimiento de la persona.

Cuando es adquirido y afecta la estructura ósea o ligamentosa (por separado o de manera conjunta), puede haber ciertas complicaciones. En este caso se aprecia genu recurvatum dolores, así como otros síntomas característicos: inestabilidad en el fémur y al tibia, inestabilidad en femoropatelar, una posible desigualdad en el largo de las extremidades inferiores.

En términos sociales se afecta la estética de la persona y en muchos casos la autoestima. Este último  elemento no debe ser descuidado y es la base del comienzo de un tratamiento donde la persona tenga la disposición correcta que implica seguir el plan trazado con el especialista.

Causas genu recurvatum

Existen distintas causas que pueden ocasionar rodillas genu recurvatum, por lo cual el tratamiento deberá adecuarse a la etiología de la enfermedad. Los común es que se dividan las causas del genu recurvatum en dos tipos.

  1. Congénitas: cuando la luxación de la rodilla, o estiramiento más allá de lo normal, proviene de alguna herencia genética.
  2. Adquiridas: cuando la deformación de las piernas viene a consecuencia de otra afección. Estas pueden ser: trastornos del desarrollo, malnutrición, raquitismo, bipedestación inadecuada o prematura, hipoplasia del ligamento, etc. También se  ha observado el genu recurvatum músculos acortados a causa de la contractura de los cuádriceps.

Tipos de genu recurvatum

Además de su origen, se puede hacer una clasificación del genu recurvatum de acuerdo a si afecta a una de las piernas o a las dos. De allí que la evaluación debe ser comparativa de ambas extremidades y completa: no se puede evaluar una sola pierna y deducir la enfermedad para la otra.

Genu recurvatum congenito

Cuando es congenital la deformación se presenta desde el nacimiento y se hace visible con el paso del tiempo y el desarrollo de la persona desde la infancia. Aunque se presenta de manera esporádica en distintas generaciones en una misma familia, el origen y la asociación con factores etiológicos congénitos no es clara en la literatura científica especializada.

Es posible desde temprana edad aplicar distintos tipos de tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos (tratamientos de reducción y corrección).

Genu recurvatum bilateral

Frecuentemente la hiperextensión congénita de rodilla se presenta en ambas extremidades y se califica como bilateral. En estos casos no necesariamente las dos extremidades tienen el mismo grado de desarrollo, en incluso puede haber morfologías asociadas diferenciadas.

Genu recurvatum unilateral

Cuando la deformación de las rodillas en forma cóncava se presenta en una sola pierna hablamos de genu recurvatum unilateral. Estos casos son menos frecuentes, y debe tener en observación y control ambas piernas al ser posible un desarrollo disímil de la enfermedad.

La pierna afectada puede ser tratada adecuadamente con distintos métodos obteniendo en la mayoría de los casos resultados positivos.

Revisemos el genu recurvatum tratamiento y su efectividad de acuerdo a los distintos casos.

 

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Genu recurvatum tratamiento

Hay que estar conscientes de que siempre existe un porcentaje de solución genu recurvatum. Para encontrar el tratamiento adecuado se debe hacer una evaluación comparativa biltateral exhaustiva. Además es necesario determinar el grado de deformación y si esta afecta tanto la estructura ósea y ligamentosa o sólo una de ellas.

Asimismo se debe clarificar las morfologías presentes en cada pierna: si hay o no subluxación anterior en la tibia y/o luxación de la articulación de la rodilla en una o ambas extremidades.

De acuerdo a la etiología y le diagnóstico obtenido se procederá a realizar un plan de tratamiento específico.

Genu recurvatum tratamiento ortopédico

En casos moderados donde el ángulo cóncavo que describen las extremidades afectadas no es tan pronunciado, se puede utilizar rodillera genu recurvatum para tratar de manera efectiva la deformación.

 

La rodillera permite evitar una avance de la luxación de la rodilla, y ayuda a fortalecer los tejidos blandos asociados. Al corregir la postura también permite una mejor movilidad de las articulaciones afectadas evitando el avance progresivo de la degeneración.

Aunado al tratamiento se recomienda evitar zapatos con tacón algo y caminatas de tiempo prolongado.

Tratamiento fisioterapéutico genu recurvatum

La fisioterapia genu recurvatum también ha encontrado resultados positivos en el tratamiento de la deformación, tanto para detener la progresión de la degeneración como para ayudar a corregir las morfologías asociadas.

En general la fisioterapia busca:

  • Disminuir la sobrecarga de peso que se realiza en los meniscos y que contribuye a la deformación.
  • Fortalecer los ligamentos anteriores y posteriores de al rodilla, así como el músculo poplíteo.
  • Fortalecer los músculos de la pierna que permiten la flexión: bíceps femoral, sartorio, semitendinoso, etc.

La terapia con ejercicios incluye:

  • Distintas movilizaciones pasivas guiadas
  • Contracciones isométricas (que no alargan ni estiran el músculo)
  • Bicicleta para terapia sin carga
  • Ejercicios correctores

El tratamiento prolongado con fisioterapia debe estar acompañado con una dieta adecuada que impida el sobrepeso y, por consiguiente, cuide la carga que deberán soportar las extremidades inferiores. Asimismo deberá incluirse la cantidad adecuada de nutrientes para la regeneración y mejora adecuada de los tejidos duros y blandos involucrados.

Tratamiento quirúrgico genu recurvatum

En el tratamiento para genu recurvatum en base a cirugía predomina la técnica de osteotomía de abertura tibial anterior, la cual consiste en corregir el ángulo de la tibia hasta llevarlo a su posición normal.

 

Existen otras técnicas quirúrgicas que han arrojado resultados positivos en sus aplicaciones para desarrollos moderados y graves, tanto en edad infantil como en edad adulta. La recuperación de la operación es diferenciada y requiere un monitoreo constante para verificar el éxito de la intervención.

Ejercicios genu recurvatum

Los ejercicios para corregir genu recurvatum pueden practicarse de forma guiada o de manera autónoma, siempre y cuando se siga un plan diseñado por el especialista.

La terapia genu recurvatum guiada se realiza mediante la aplicación de movimientos pasivos sobre la persona afectada. Es decir, el fisioterapéuta tomará las extremidades de la persona afectada y realizará una serie de movimientos de contracción muscular y colocación ósea sin que haya esfuerzo adicional por parte de dicha persona.

El genu recurvatum tratamiento mediante distintos ejercicios puede ser practicado por la persona cuando se trata de sesiones que no implican mayor esfuerzo sobre las extremidades. Aquí se incluye el trabajo de contracciones que no impliquen el crecimiento de los músculos involucrados.

Existen distintas formas de tratar el genu recurvatum con terapias de reducción no quirúrgicas, cuando estas opciones fallan es necesario recurrir a la intervención quirúrgica.